Nuestro Antonio Hortelano

¿Qué se puede decir del hombre que ha trabajado en forma constante e imparable con una voluntad de hierro puesta al servicio de los demás? ¿Qué podemos agregar sobre este ser de creatividad constante, fuente inagotable de buenas ideas, experto en aportar soluciones y en generar visiones? ¿Qué añadir sobre el escritor fecundo? ¿Cómo resaltar debidamente al fundador de nuestras comunidades? ¿Qué decir del amigo de tantos años?

Todo, todo se puede decir y será poco. Que no nos quedemos sin resaltar su tarea, aunque ya no está vivo y alerta, aunque ya no puede leer lo que escribamos y sentir nuestro cariño y admiración reflejado en cada sencilla palabra. Bajo su inspiración nacieron los EAS. Los EAS, esa semilla de vida que tiene el secreto de la convivencia humana, el que nadie ha sabido encontrar todavía: la amistad para siempre, pase lo que pase, en ambiente de pequeña comunidad que comparte la vida. Bajo su inspiración tendremos que llevar esa semilla por el mundo, ya que apenas si brota tímidamente en nosotros.

Es el inventor de la idea de los Proyectos Sociales fuertes como expresión de la fuerza de la vida comunitaria. Esta idea la reflejó en su utopía personal, a la cual se entregó en alma y cuerpo: El kibutz cristiano de Querétaro. Nosotros tendremos que sentir la idea de los proyectos sociales fuertes como algo real, como algo que vale la pena, como nuestra propia utopía. Es el inventor de la idea de la Comunidad Geográfica, en la cual se comparte la vida y los bienes en pequeña comunidad. Por esa idea gigante ha comprometido su prestigio, sus recursos, su tiempo. Permanece todavía como utopía ensayada a medias. ¿Será posible que seamos capaces de vivirla a plenitud? Quizás no, pero el concepto esencial de compartirlo todo queda como idea vital en nuestras mentes.

Es el itinerante vital, el viajero incansable, que inspiró la idea de que EAS sea internacional, una red de amigos universal. Mucho antes de que existieran las redes cibernéticas, ya sembró una red de amistad por todos los países que visitó, en forma de pequeñas comunidades que aún funcionan, sea en pequeño o en grande. Fue el pionero del trabajo itinerante creativo, en frío, basado en la fuerza interior, en la palabra, en el mensaje, en la eucaristía íntima de pequeña comunidad, en la confianza certera en las personas y en Dios. Corresponde a nosotros seguir su huella itinerante y superarla. Ha sido el pastor viajero, que luego de la siembra ha estado atento al crecimiento de las comunidades, siempre alerta e interesado. En lo posible, con visitas anuales, dejando en cada lugar energía renovada, siembras fértiles y marcas para superar. Ha sido el inspirador y en muchos sentidos, el creador de una estructura para los EAS, que concilia la fuerza individual con el compartir creativo.

Naturalmente que las cosas irán cambiando con el tiempo y con las nuevas realidades, pero los fundamentos del ideario y los grupos de trabajo inicialmente concebidos tienen una fuerza duradera y trascendente.

Corresponde al liderazgo actual velar por la permanencia y el crecimiento de las comunidades. Ha sido el líder atento y creativo, difundiendo los conceptos de la creatividad como actitud natural del cristiano comprometido; del papel esencial de los laicos, de la necesidad de tener una cosmovisión amplia y profunda; de la importancia de lo esencial sobre lo accidental; de la mediocridad estadística y sus efectos perjudiciales sobre la actividad de las personas; del compromiso público de las personas. Corresponde al liderazgo EAS el no caer en las trampas de mediocridad y superficialidad que él señaló muchas veces.

Ha sido el escritor fecundo e incansable, siempre sorprendiendo con su energía, con su redacción clara, elemental, limpia, para 6 todos, pero no por ello menos fundamental. Corresponde a los EAS continuar con esa tradición literaria y divulgativa. Ha sido ejemplo de recursividad para levantar fondos, para financiar ideas, para los proyectos, para lograr que otros se apunten a las ideas con su respaldo y participación. Corresponde a nosotros superar los miedos y la parálisis creativa para hacer proyectos de alcance como los suyos. Ha sido continuo tema de conversación, siempre de ejemplo, de vida, de entrega, de liderazgo, de creatividad y de inspiración, algunas veces de fecunda contradicción, entre los EAS locales.

Ha sido un impulsador de la idea de trabajar con jóvenes y se ha comprometido con ella en muchas formas, dejando su huella en un grupo notable de personas jóvenes que vieron sus vidas inspiradas por él a través de varios eventos que nos quedan como mitos reales que de alguna forma nos deben inspirar. Corresponde a todos los que sintieron su encanto florecer en los jardines de la pequeña comunidad. Un hombre así de entregado es nuestro orgullo, nuestro desafío.

En nosotros está no quedarnos en la admiración, sino superar al maestro y extender su idea pionera de la pequeña comunidad EAS por todo el mundo.

Le decimos a nuestro Antonio Hortelano que lo apreciamos, lo admiramos, lo acompañamos desde la tierra, le agradecemos todo, que estamos seguros de que el Señor lo tiene en su Gloria.

Articulo tomado del libro:  LAS PEQUEÑAS COMUNIDADES Y EL LEGADO DE ANTONIO HORTELANO